“Cada detalle importa, desde el primer boceto hasta el pulido final.”


Hecho a mano en España
Cada pieza es el resultado de un proceso guiado por la precisión, la intención y el tiempo
En Atika, cada joya comienza con una idea, una inspiración que toma forma a través de bocetos y modelados que dan vida al diseño original.
Nuestros artesanos trabajan cada molde con herramientas de precisión, creando estructuras que después se funden en plata de ley 925.
El proceso continúa con la limpieza, el pulido y los baños finales, aplicados manualmente para reforzar el brillo y la durabilidad de cada pieza.
Nada se deja al azar: cada curva, textura y acabado se revisa con atención antes de convertirse en una joya Atika.
El resultado es una fusión entre tradición y contemporaneidad, donde la artesanía española y la visión moderna se encuentran para crear piezas que trascienden el tiempo.
Creemos que el verdadero lujo está en lo invisible, en el tiempo que lleva hacer las cosas bien, en la dedicación de quienes trabajan detrás de cada detalle y en el respeto por los materiales que dan forma a nuestras joyas.
EL PROCESO DETRÁS DE CADA PIEZA
Cada joya de Atika comienza con una idea, un diseño que toma forma en manos de nuestros artesanos.
Primero se crean los modelos iniciales en caucho hasta alcanzar la forma y proporción perfectas. A partir de ahí se elaboran los originales, uno por cada talla y referencia.
Con estos originales se fabrican los moldes, dentro de los cuales se inyecta una cera especial que reproduce la pieza con exactitud. Tras enfriarse, las réplicas se extraen y se revisan una a una antes de unirlas para formar un árbol de cera que contiene todas las piezas listas para fundición.
Ese árbol se introduce en un cilindro y se rellena con plata fundida, dando vida a las joyas. Una vez solidificadas, las piezas se separan y se someten a una limpieza profunda para eliminar cualquier impureza.
Algunas fases se realizan con pulido manual y otras con sistemas de vibración que utilizan conos cerámicos o cáscara de nuez para refinar el metal sin dañarlo.
Después cada joya recibe su baño correspondiente, ya sea de plata o de oro de 18 quilates, y pasa por un último pulido que realza su brillo y su textura natural.
El resultado es una pieza única, fruto de la precisión, la paciencia y el respeto por el oficio.
En Atika no creemos en la producción rápida, sino en el arte de hacer las cosas bien, paso a paso.
Precisión artesanal
Cada detalle se trabaja con la máxima precisión, desde el molde hasta el pulido final.
Nuestros artesanos dominan la técnica con años de experiencia y una dedicación que se siente en cada acabado.
Tradición y conocimiento
Atika une la herencia de la joyería española con una visión contemporánea.
Cada pieza refleja ese equilibrio entre técnica, alma y tiempo, donde la tradición se transforma en diseño actual.
Compromiso humano y ético
Trabajamos con talleres certificados por AENOR, Intertek y el Responsible Jewellery Council.
Esto asegura un entorno seguro y justo, donde el respeto por las personas y materiales está muy presente.
Bienvenidos a la familia Atika








